viernes, 9 de octubre de 2009

Todas mis vidas posibles


Es curioso cómo se llega a cada libro que leemos. En mi caso, el camino que me aproxima a cada novela es por sí mismo, una historia aparte. Así me pasó con Beatriz Rivas y “Todas mis vidas posibles”, su nueva novela.

Sucedió mientras manejaba por Churubusco y jugaba con la radio. Cambiando de una estación a otra di con una conversación que al instante me atrapó. En su programa, Adela Micha entrevistaba a una escritora que hasta ese momento no conocía. Hablaba con entusiasmo de la línea argumental de su nueva obra: un día Beatriz Rivas recibió la carta de un preso, condenado a muerte en una prisión de Florida; aquel presidiario responsable de dos asesinatos es también un lector de sus novelas. Mientras la escritora se debate entre sí contestar no a esas cartas, Beatriz elabora un interesante proceso mental en el que mentalmente conjugaba a diversas ‘Beatrices’, apoderándose de las opciones que las vidas y opciones que el jugar con el nombre de estas mujeres le permitían.

De los relatos de varias Beatrices nació “Todas mis vidas posibles” y a la postre, mis ganas de leer éste singular experimento literario logrado satisfactoriamente. A lo largo de las páginas del libro podemos ver el desarrollo de distintos relatos, independientes entre sí, pero matizados por una elegante interrelación que conforme avanza el relato va tornándose como un rompecabezas que al finalizar, forma una imagen compacta que permite al lector ser testigo del proceso de purificación de la autora con su nombre.

La Beatriz de Dante, una senegalesa en busca de su verdadera identidad, una reportera en Ciudad Juárez, una mujer que viaja por todo el país, una estilista que sueña premoniciones, una mujer condenada a la vida vegetativa, la ex amante de un ángel de la guarda, una escritora atormentada por las cartas de un preso condenado a muerte… todas ellas de nombre Beatriz, todas con muchas más semejanzas y conexiones que el propio nombre.

Cada una de las narraciones de “Todas mis vidas posibles” poseen una calidad y estilo propio, producto de la versatilidad y talento de de Beatriz Rivas; y aunque a nivel novela a veces los argumentos carecen de lógica en su estructura, haciéndola por momentos tediosa, el resultado al final es bastante aceptable. No es fácil ensamblar un texto con imágenes tan llenas de contrastes y que estas líneas divisorias apenas se noten.

Conocí a Beatriz atreves de sus letras y sobre todo de su nombre. Un libro sensual, divertido, emocionante, conmovedor… diferente, como el nombre de una mujer. Como siempre, nos estamos leyendo.

2 comentarios:

Beatriz Riv as dijo...

Me da gusto que hayas disfrutado mi novela. Tu critica es bastante buena. Te mando un abrazo, Beatriz (Rivas)

gabriel revelo dijo...

beatriz: jamás pensé que leerías éste post... de nuevo te lo digo: me gustó tu novela. un abrazo y gracias por tu comentario.