miércoles, 11 de noviembre de 2009

Adheridos Separados


A Claudia Ramírez, a la distancia cercana...

Atravesar Río Churubusco a las dos de la tarde, sortear el tráfico buscando espacios en los cuales colarme para llegar más rápido a mi destino. Llegar al Aeropuerto, desesperarme por no encontrar un lugar en dónde estacionar el auto y después recorrer desesperado las salas de salidas internacionales buscándote. Cuando encontré a tus seres queridos ya era demasiado tarde, tenías un par de minutos de haber entrado a la sala de abordar. Desde entonces me siento culpable por no decirte que te quiero mucho, demasiado…

Apenas tiene unas 24 horas que te fuiste y ya te extraño. A un día de de perder esa carrera loca por llegar a tiempo al aeropuerto, sigo lamentándome el que haya dejado escapar ese momento de abrazarte fuerte y desearte (por más que quisiera pedirte que te quedaras) un buen viaje. Decidiste partir de pronto, sin planearlo mucho y dejando un buen dejo de tú, de nuestro, destino en manos de la suerte.

Ahora mismo estás en el oeste americano, en una de esas ciudades enormes y modernas que tantas veces he visto en los programas gringos. Viviendo, conociendo otra cultura y a ti misma. Por lo pronto quienes más te amamos seguimos aquí, en tu ciudad, contando con desesperación los segundos que faltan para tu regreso y que se nos hacen eternos. Dicen que en dos meses regresas y eso me conforta, aunque la idea de que alguna oportunidad oportunista te atrape en esta nueva aventura y retrase nuestro reencuentro me aterra.

La última noche de viernes que compartimos te dije que “si me porto retraído es porque no quiero que me caiga el veinte de tu partida”, eso mismo intento hacer ahora. Quiero que estas palabras que nacen sinceras del corazón me calmen la incertidumbre y le den a la vida un motivo más para cruzar nuestros caminos de nuevo. Si éste texto escribe es porque me importa demasiado tu bienestar y siento la necesidad de hablar de ti, de tenerte presente, de saberte aun parte de mi. No sólo soy yo, sino muchos a quienes tú, tu sonrisa y presencia nos complementa la existencia. Sin ti nunca estaremos completos.

No llegué a tiempo a despedirte, pero la luna de anoche me convenció de que estamos unidos por algo más fuerte que los miles de kilómetros que hoy se pasean burlonamente entre nosotros. Estamos adheridos-separados. Adheridos en espíritu, corazón, fortaleza, fe y amistad. Separados sólo porque al mundo se le ocurrió ser demasiado grande como para no poder llegar a ciertos lugares caminando.

Ahora manejo sin prisa por llegar a algún sitio. Presiento que esa sensación vertiginosa volverá hasta el día en el que regresemos a ese aeropuerto, hoy un tanto amargo, por ti. Mientras una canción que me habla de ti, y que me hubiera encantado dedicarte, acompaña mi camino.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Chaparro: Gracias por esas palabras tan hermosas, yo también te extrañe esa tarde, pero espero que el tiempo de espera no sea tan largo. Cuidate y recuerda que el tiempo no la distancia nos van a separar.

Anónimo dijo...

Chaparro: Gracias por esas palabras tan hermosas, yo también te extrañe esa tarde, pero espero que el tiempo de espera no sea tan largo. Cuidate y recuerda que el tiempo no la distancia nos van a separar.

Anónimo dijo...

Chaparro: Gracias por esas palabras tan hermosas, yo también te extrañe esa tarde, pero espero que el tiempo de espera no sea tan largo. Cuidate y recuerda que el tiempo no la distancia nos van a separar.

Anónimo dijo...

Chaparro: Gracias por esas palabras tan hermosas, yo también te extrañe esa tarde, pero espero que el tiempo de espera no sea tan largo. Cuidate y recuerda que el tiempo no la distancia nos van a separar.

Anónimo dijo...

Chaparro: Gracias por esas palabras tan hermosas, yo también te extrañe esa tarde, pero espero que el tiempo de espera no sea tan largo. Cuidate y recuerda que el tiempo no la distancia nos van a separar.

resonancia magazine dijo...

Parece que las palabras llegaron a la esencia de quien las inspiro.

Recibe un gran saludo Gabriel, escribes muy bien.

R !

Victoria dijo...

Lo mas hermoso de este escrito es que permeaste el sentimiento a quienes te leemos. Afortunada ella que a la distancia sigues queriendola asi, y que no dejas que nada ni eso, la distancia los separe...

gabriel revelo dijo...

clau: te adoro amiga, que Dios te cuide mucho...

resonancia magnética: gracias por la visita, pues sí, le llegó el mensaje jajaja. vuelve cuando quieras.

victoria; supongo que eso pasa cuando las palabras son siceras y del corazón... =)