domingo, 18 de abril de 2010

Álbum de estampitas


Sucede que compré el tradicional álbum Panini de estampitas, conmemorativo del Mundial Sudáfrica 2010. No es la primera vez que compro uno, anteriormente, en mis épocas de niño gordo, coleccioné los álbumes de 'Bombitas', de Gokú, Súper Campeones o hasta de Beisbol (deporte que ni me gusta, pero bueno). Pensé que había dejado eso de andar cambiando estampitas repetidas, hasta que hace unos días tuve la ocurrencia de comprarme el álbum que hoy hace la delicia de niños y grandes.

El primer día, además del álbum, adquirí cuatro sobres de estampitas. El segundo y tercer día he hecho lo mismo, comprar cuatro sobrecitos con cinco estampitas. En total al día tengo 20 imágenes de jugadores que, en su mayoría ni conozco y que además, me están saliendo carísimos: 5 pesos con cincuenta centavos por sobre. Para colmo, ya salieron mis primeras repetidas. Algo me dice que nunca lo juntaré, pero maldita sea, uno es necio y hasta cierto punto idiota. Se empeña en situaciones ociosas y sin objetivo fijo. Quizá por estar a la moda, por tener algo en que distraerme o quizá, por sentirme más joven. Esto último me hace mucho sentido éste 18 de abril, día de mi cumpleaños.

Repito mi edad y me sorprendo. Por primera vez me siento ‘grande’. Alejado de una adolescencia que casi se me fue. Las cosas comienzan a ser diferentes. Me preocupan cosas que antes ni me importaban. El futuro ya no me es indiferente, cada día valoro más la salud y cosas como los ‘albumes de estampitas’ se me hacen obsoletas y sin chiste. Pero con todo y todo quiero aferrarme a juntar estampillas, a encontrar aquel encanto perdido que me devuelva lo que fui y en parte, arregle mi presente. Pego y despego, sabiendo de antemano mi dificultad de completar la añorada colección. Lo complicado de cumplir la edad que tengo es que perdí la fe en llenar el álbum, y peor tantito, las ganas. ¿Cómo voy a poder cambiar el mundo si no puedo con unos tristes pegostes de papel?

Estoy perdiendo las ganas de hacer las cosas porque precisamente, voy dejando de creer que son posibles. Situación preocupante si tomamos en cuenta que quiero cambiar el mundo por ti, para ti. Crecer es conocer la impotencia de ver alejarse los sueños, de descubrirse débil y no un guerrero.

Éste día cumplí 28 años, y apenas llevó 40 estampitas en el álbum de la vida. Me falta mucho y se me agota la vida.

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