sábado, 24 de abril de 2010

Los propósitos que no cumplí (y que yo ni hice)

Se supone que nadie nos quiere como nuestros padres; que somos su vida y adoración. Dicen que no hay amor como el que se siente por los hijos. ‘Pedazo de mi carne’ suelen llamarnos cariñosamente. Ingenuamente, yo también pensaba que las cosas eran así, hasta que descubrí el fraude que mi propia madre cometió en mi contra. Así fueron las cosas.

En poca más de un mes, por segunda ocasión, tendré el honor de ser padrino de Primera Comunión. Para serlo, uno de los requisitos que debo entregar es la constancia de mi propia Primera Comunión, misma que he buscado sin éxito alguno. Lo curioso, es que en el proceso hallé un álbum fotográfico fechado en julio de 1991. Su portada es blanca, tiene a un niño y a unas uvas grabados con vivos dorados, en el que resalta el título ‘Mi Primera Comunión’. Al abrirlo y ver las fotos me llevé una sorpresa: yo era el protagonista.

Unas 30 imágenes componen el archivo fotográfico del hasta ahora, principal acontecimiento católico de mi existencia. En ellas, un pequeño niño gordo (ahora soy adulto gordo), aparece trajeado, con su librito y su velilla blanca, peinado de ‘raya de lado’ y una cara de mustio que no puede con ella. No lo pude evitar, el ‘yo’ de 9 años me cayó medio mal. Aquí, dos de esas fotos. Si nomás no les caigo bien, lo comprenderé.


Repuesto del impacto inicial, seguí hojeando el álbum, que incluía una lista de los regalos que me dieron y una de las invitaciones que se dieron a los invitados. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue el encontrar en una de las hojas, la lista de los que se suponen, son mis ‘principales propósitos para mi vida cristiana’ y que sospechosamente, estaban escritos con una letra muy diferente a las ‘patas de araña’ que hacía en esos días. Después de un breve análisis, concluí que la dueña de aquella tipografía, no era otra que mi mamá.

Según ella, mis propósitos para mi vida cristiana eran los siguientes:
-Ser bueno
-Mantener la fe en Dios
-Comulgar
Confesarme seguido
-Llegar a tiempo a la Misa


Qué recuerde, nunca prometí tales cosas. Por más que al final mi firma estuviera estampada, me conozco y sé que ni borracho hubiera escrito esas cosas. No hay de otra, mi mamá, deseosa de que sus hijos sean mojigatos y ultra religiosos, se aprovechó de mi desatención y quiso engañarme. Seguramente creía que años después, al abrir ese álbum su hijo diría ‘pero que hermosos propósitos, voy a retomarlos y a vivir una vida cristiana feliz’. Pues para su mala fortuna y mi buena perdición, descubrí su chantaje a tiempo. Puede que el autor de éste blog sea medianamente bueno, o al menos no un desgraciado; como puedo y haciéndome bolas creo en Dios… pero… tiene mucho que no comulgo, me he confesado poquisísisisimas veces y no llego a tiempo a la Misa, es más, ni voy.

Son propósitos que sólo me imagino cumpliendo cuando sea uno de esos ancianos que se pasa todo el día en la iglesia. Por lo pronto, lejos de sentirme culpable me siento profundamente engañado. Si algún día ese álbum cae en manos de otras personas, quiero que quede claro: mis únicos propósitos, como cualquier niño de 9 años, era jugar con mis muñequitos de acción y ver las caricaturas. ¿De verdad quienes fabrican esos álbumes creen que un mocoso maldito pondrá sus propósitos religiosos con alegría y felicidad?

No cumplí mis propósitos y no me siento culpable. El malévolo plan de mi mamá no funciono. Ñaca Ñaca.

4 comentarios:

xhabyra dijo...

yo tengo la teoria de que tu escribiste esas letras, y te salieron tan derechitas por que estuviste en un momento de iluminacion y tu mano era guiada por una fuerza asi tipo darth vader.


la fuerza sigue ahi, (haciendo peliculas) y la iluminacion pues,.. habra que comprarle un foco nuevo je je je


xhaludos Gabriel, que mejor que leerte a primeras horas de ldormingo (me desperto el xhabyrito para prepararle un milchocomil ¬¬)

Victoria dijo...

te veias como si de verdad no quebraras ni un plato!
que buen post!!!
y aparecio tu certificado minimo??? digo para que seas padrino

XND dijo...

Te acercaras a Dios cuando las personas a tu alrededor comiencen a desaparecer. Luego, cuando ya no tengas ojos ni memoria para leer o escribir libros.

Yo procuro estar atento a Él, para no desconcertarme si apenas le voy conociendo hacia el final de mi vida, y entones ya no me quede tiempo para entender todas ésas preguntas que querer entenderlo generan.

gabriel revelo dijo...

xhabyra: me hiciste reír con lo de 'la fuerza'... igual y pasó así. aunque no creo que mi ñoñería llegará a tanto.

vic: en efecto, no rompo ni un plato. el certificado aun no aparece.

jonhy: así (como tú) hablaba mi maestra catequista jojojo. tampoco cras que soy tan hereje, es sólo que me da risa el ver como mio, algo que a esa edad uno no piensa. saludos!