lunes, 27 de septiembre de 2010

La Insoportable levedad del ser


Fue el mero destino el que hizo que una tarde cualquiera me topara con esta novela en una librería. Aunque su titulo ‘La insoportable levedad del ser’ me resultaba conocido, siempre pensé que era un libro completamente cargado a la filosofía. Idea, por cierto, compartida ‘erróneamente a medias’ por muchas personas. Después de leer la reseña del libro me aventuré a comprarlo. Fue mi primer novela de Milan Kundera. Autor que muchos me habían recomendado pero que no había tenido la oportunidad de revisar. Ahora me parece poco menos que un genio. Sí, como García Márquez, Vargas Llosa, Kafka y una lista de plumas maestras que podría seguir enumerando. ¿Será malo tener tantos autores favoritos?

Los hechos de ‘La Insoportable levedad del ser’ ocurren en la antigua Checoslovaquia, principalmente en la ciudad de Praga, en medio del drama de la invasión soviética. No obstante, la fascinante trama hace que la acción narrativa también se desarrolle en otras ciudades del mundo, como las suizas Zurich y Viena, la melancólica París, el enigma de Bangkok en Tailandia y hasta en Nueva York, del otro lado del Atlántico. Todas ambientadas con el talento de un autor maestro en el manejo del tiempo y circunstancias.

-Un gran circulo. Perfecto- Así defino esta historia en apariencia simple. Dos parejas relacionadas entre sí. Por un lado, está el amor entre Teresa y Tomás. Marcado irremediablemente por los celos de ella, y la pasión de él por otras mujeres. En el otro extremo (no por esto, necesariamente opuesto), la pintora Sabina y el profesor Franz, pareja de amantes que, salvo la cama en distintos hoteles europeos, no comparten nada. Sabina, además de ser también amante de Tomás, vive obsesionada por el deseo de traicionar a todos, incluso, a sí misma. Quiere escapar de la pesadez y encontrar la levedad del ser. Contrariamente, Franz se encuentra convencido de que el idealismo en el que habita (y que lo orilla a la casi adoración de su musa) es la única forma de vivir. Todo esto fluyendo en una estructura de repeticiones que lejos de aburrirnos nos interna cada vez más en cada uno de los personajes y en sus complejas psiques, como un remolino del que el lector no podrá escapar.

Cabría aclarar que La Insoportable Levedad del Ser es mucho más que una novela. También es un tratado filosófico –razón por la cual, en el primer párrafo de ésta entrada utilicé el término ‘erróneamente a medias’- acerca de la ideología política socialista de los años 60´s, acompañada por planteamientos sólidos sobre la libertad del hombre y su relación con el amor. Milan Kundera tuvo la sapiencia de construir una obra de alcances infinitos en la que cada personaje nos parece familiar. Mientras leía, a ratos y en diversas circunstancias me sentí Tomas, Teresa, Sabina y Franz. Verte reflejado de tantas formas, como en una gigantesca casa de espejos da miedo, pero también es adictivo.

Amor, desamor, infidelidad, traición, ternura, casualidades, amor por los animales, el arte como remedio contra el sistema, la idealización, la lucha por los ideales, el saber rendirse ante el otro. Todos temas de una novela llena de simbolismos que se repiten igual, pero diferentes. La vida es una, no hay oportunidad para el error ni ensayos. Todo sale en una toma.

Háganse un favor y léanla, es una orden.

3 comentarios:

Tulius Ciceron dijo...

Revelo, ¿porque no te dedicas a ser critico de literatura? escribes super las reseñas, senti que habia leido el libro, que por lo visto esta demasiado bueno, en la brevedad posible, compraré el libro para poder ver mas detalladamente lo que dices

saludotes!!

dKsh dijo...

en serio taaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaanto tardaste???????????


-.-

gabriel revelo dijo...

maverick: gracias por tu opinión de mis reseñas. y en serio, no dejes pasar éste libro, es una maravilla. saludos!

keisha: no, no tardé tanto pero hasta ahora me animé a postear sobre él jojojo.