lunes, 1 de agosto de 2011

El Guardián de Pie de la Cuesta



No hace mucho, les conté cómo me fue con mi primera experiencia cerca de un huracán. Pues bien, además de lluvias y mucho aire, Dora también trajo consigo un fuerte oleaje en las playas acapulqueñas. Gracias a eso pude conocer a un pintoresco personaje, de esos que parecen sacados de algún programa cómico de la televisión.

Éste curioso individuo es salvavidas en la hermosa, pero también peligrosa playa de Pie de la Cuesta, lugar al que llegué para pasar una tarde de relajación y descanso. Al llegar noté que el mar estaba bravo. El oleaje era fuerte y amenazante. Al poco rato llegó un señor sin playera y cuerpo pellejudo a pedirnos que de favor, nos abstuviéramos de entrar a nadar al mar. Nos explicó que debido al huracán, las olas eran enormes y altamente peligrosas, y que meterse era una garantía de ahogarse instantáneamente. Como ninguno de los presentes tenía ganas de morir ese día, obedecimos. El salvavidas dijo que en otras condiciones, él entraría al mar para darnos un show de figuras en el agua, pero que así como estaba el océano no se animaba. Nos pidió una cooperación y a cambio nos contó que precisamente, la playa más peligrosa de todo Acapulco era Pie de la Cuesta. No saben lo aliviado que me sentí.

Pasó una media hora y a lo lejos vigilaba al guardavidas, que seguía advirtiendo a los turistas sobre el estado del mar. Sin embargo, de la nada aquel viejillo amable de pronto enloqueció. Olvidando el peligro que tanto había mencionado, se dirigió hacia las olas y comenzó con su espectáculo (el cual, hay que aceptarlo, es de primer mundo). Noten en el vídeo como inicia en un lado de la playa y termina en otro, por lo que los visitantes a los que el show iba dirigido ya no vieron el final. Disfrútenlo:



Después de tan increíble acto, el señor salvavidas agradeció al mar, a Dios y a la Virgen el haber salido bien librado de las aguas violentas con un extraño rito. Pensarán que se lo sacó de la manga o que nada más le hacía al cuento, pero yo pienso que es espiritualidad pura:



Pasado un buen rato, unos muchachos enfiestados y ya medio jacarandosos hicieron acto de presencia en la playa y se metieron a nadar. Mi hermana se dio cuenta y fue de chismosa con el Guardián de Pie de la Cuesta, el cual fue a regañarlos por hacer lo que él hizo media hora antes. Antes de ir por ellos, le encargó su dinero a mi hermana. Quisimos robarle pero nos remordió la conciencia, ¿qué tal si de verdad es amigo del mar y viene un tsunami por nosotros?



Ya que había corrido a los jóvenes aventureros, el Guardián de Pie de la Cuesta volvió por su dinero. Entonces, mi hermana que le hace a la onda ecológica, tuvo una breve charla con el héroe de éste post sobre ballenas, delfines y tortugas. La verdad, después de esta plática me siento mejor persona, más humano. Aprendí que... bueno, aprendí cosas y ya. Vean que bella conversación:



Antes de retirarse a predicar en alguna otra zona de la playa, el Guardián de Pie de la Cuesta volvió a pedir dinero. Seguramente se percató de que lo había estado grabando y quiso hacer su agosto. Lo malo es que no contaba con la pobreza del autor de éste blog, el cual sólo le ofreció 10 pesos. Se marchó y no volvió en toda la tarde. Supongo que siguió su caminar, llenando de esperanza y sabiduría costeña el corazón de quienes estos días visitamos Pie de la Cuesta. Gente rara y folklórica, gente que uno conoce cuando viaja. Gente autentica y valiosa.


***Bonus***
Días después, ya de vuelta en la Ciudad de México, buscando información supe que aquel personaje se llama Fernando y le apodan “El Chanoc”, y otro vídeo de aquel personaje grabado hace 2 años. Aquí el vídeo:



1 comentario:

Luis Gabriel... dijo...

Que experiencia haber conocido a "el Chanoc". Es una persona como dices "pura".