jueves, 4 de agosto de 2011

Literatura y Marketing



“La literatura es aburrida”, “eres un ratón de biblioteca” o “de escritor te vas a morir de hambre” son frases que comúnmente escuchamos, y que por desgracia, siguen estando vigentes. Los libros, nos guste o no, siguen siendo asociados a lo solemne, a una pérdida de tiempo y a personas sin vida social. Ñoños, losers y sabelotodos, todo eso y más somos a los ojos de buena parte de la sociedad que no entiende que haya quién prefiera sumergirse en la página de una buena novela, antes que ir al antro de moda.

Como amante de la literatura y aspirante a escritor, estoy en desacuerdo con cualquier estúpida clasificación que denigre el quehacer literario. Leer y escribir, lejos de ser un fastidio, es un placer. Un vicio tan saludable que nos hace ampliar nuestros horizontes y volvernos más humanos. Quién me diga lo contrario es porque nunca ha tenido la suerte de permitirse perderse entre las hojas de un buen libro, y extraviarse en otras vidas, en viajes infinitos. Que ganas de decirle a quienes nunca han hecho ni el intento de leer, que los perdedores son ellos. Que de la mano del libro correcto uno es capaz de cualquier cosa, menos de aburrirse.

Afortunadamente, dichas concepción van cambiando poco a poco. Va entendiéndose y valorándose más la literatura, que dicho sea de paso, ha dejado de ser asunto de gente mayor para asumir roles más juveniles. Antes un escritor era un viejito amargado que hablaba de forma elocuente sobre temas incomprensibles. Ahora, es un personaje valorado y apreciado por sus lectores. Antes una saga literaria era leída por unos cuantos, hoy son éxitos de ventas e incluso algunas llegan a ser adaptadas al cine. Vamos, leer está de moda.

Sé que el panorama que acabo de pintar corresponde a unos cuantos, y que la existencia y reconocimiento dentro del mundo editorial, sigue siendo muy difícil. Sin embargo, soy un creyente de que se puede llegar a las masas sin descuidar al arte. Cada triunfo de un escritor y su obra debe ser celebrado por todos los que, de una u otra manera, tomamos parte de la literatura, pues dichos impulsos abrirán más y más puertas al talento emergente, y dará la confianza de que los libros, además de una expresión artística y cultural, son redituables.

Hace unos días escuché que en las redes sociales y en televisión circulaba un anuncio comercial en el que la figura central era el escritor mexicano Xavier Velasco. Busqué el dichoso spot y quedé encantado, no sólo porque aprecio al buen Xavier y he tenido la dicha de convivir en un par de ocasiones con él, sino porque sigue rompiendo paradigmas. ¿Quién dice que un escritor no puede ser, además de creador, un elemento mercadológico? El que una marca comercial se haya fijado en él, es todo un triunfo. Quién mejor que el propio Velasco, para recordarnos que éste asunto de los libros no es más que una divertida travesura.

“Caminando con Gigantes”, es el nombre de la nueva campaña promocional de Jhonny Walker. No sé quién fue el creativo que decidió asociar la imagen de Xavier con la de éste whisky escoses, pero sin duda alguna dieron en el clavo. El autor de "Diablo Guardián" y "Puedo Explicarlo Todo" se muestra en su ambiente natural, hablando de la escritura en compañía de su perro Boris y el Dr. Enedino Godínez, su muñeco ventrílocuo. En ningún momento la intervención de Xavier se siente forzada, al contrario, es en cierta forma inspiradora para quienes por X o Y razón, buscamos un empujoncito para emprender el camino en nuestros sueños de abrazar la profesión de escritor.

Ojala más marcas como Jhonny Walker confíen en el mundo literario. Las historias, escritores y lectores ahí están, convirtiéndose en un creciente campo de oportunidad en el que todos ganamos. Les dejó el comercial de Xavier Velasco, espero les motive tanto como a mí:


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